martes, 1 de febrero de 2011

Pequeñas cosas



De cualquier forma, [lo sublime] era algo siempre ligado a la cantidad más que a la mera cualidad, al tamaño más que al hecho de que sea juguetona. Por fortuna, esa visión también ha ido cambiando y ahora se puede manifestar sin rubor que lo sublime se puede encontrar también en las pequeñas cosas, y que la profundidad de la mirada desde una ventana no depende de que ésta sea más o menos grande, siempre y cuando sepamos colocarnos a la distancia adecuada. Es lo que nos permite concebir, por ejemplo, que también son ventanas abiertas a la distancia los sobrios bodegones cubistas de Juan Gris, o las diminutas rosas de Luis Fernández, concebidas en un espacio igualmente reducido, propicio para la concentración y el esfuerzo contemplativo (La Voz de Asturias, 6 de julio de 2003).

2 comentarios:

  1. La palabra clave: distancia. Ahí se encierra todo. Enhorabuena.

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  2. Enhorabuena y larga vida a este blog que prometo seguir atentamente. Ya lo he recomendado en el mio. Un saludo

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