martes, 26 de julio de 2011

Las dos vías

El arte renuncia a la estética y lo hace por dos vías, una que se podría llamar cínica o antiartística y otra estoica o depurativa. La vía cínica o antiartística se inicia en 1909 con el futurismo y su propuesta fascista de quemar los museos (“cuando oigo la palabra cultura desenfundo la pistola”) y prosigue en la década siguiente con el dadaísmo y su pretensión de acabar con el arte y la cultura en general. La otra, la estoica o depurativa, es propia del purismo formalista y podríamos retrotraerla hasta el neoclasicismo, en plena Revolución Francesa, cuando lo clásico y lo moderno se volvieron dos tendencias hostiles e incompatibles.

8 comentarios:

  1. Queridos colegas asturianos, soy Rrose Sélavy y desde ultratumba os dirijo el siguiente mensaje: Acudan a la plaza del Niemeyer provistos de martillos, mazos, o cualquier utensilio contundente que sirva para descabezar las horrendas esculturas del vulgar e innombrable escultor Gabarrón. Después de lo mucho que me ha costado llevar a cabo mi movimiento dadaísta, ¿aún estamos así? ¿cómo lo permitís?. Y de paso, puestos a ello, diríjanse a Oviedo y allí, les aseguro, van a tener para rato, porque su indigente intelectual alcalde, D. Gabino de Lorenzo Ferrera, para más señas, ha llenado la ciudad de esculturas que compiten en fealdad con las del Niemeyer. Así pues, manos a la obra; espero que no me decepcionéis. Y a los críticos asturianos les doy un tirón de orejas por no mostrar en todos los medios el rechazo, la descalificación más absoluta hacia los responsables políticos de semejante proliferación de pseudoarte. Me despido ya de vosotros con el deseo de que brindéis por mí con esa sidra asturiana que quién pudiera degustar.
    Y a D. Luis Feás decirle que por mucho que lo intentamos no hemos podido renunciar jamás a la estética. Así fue, así es, y así será para siempre.
    Marcel

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  2. Hola Marcel, te saluda Frenhofer, sé que tú también estuviste fascinado por mi personaje, al igual que todos tus colegas. Ya veo que el paso del tiempo no hace decaer en ti aquel espíritu rebelde e iconoclasta que te caracterizaba; digo esto porque la arenga que lanzas a los artistas asturianos es digna de consideración y muy meritoria. Me uno, por tanto a ella, incluso con más ardor, si cabe. Qué pena que mi condición de ángel no me permita unirme al festín de descabezar esos monigotes del Niemeyer, ah... y también los de Oviedo, esa ciudad tan llena de apariencia e incultura. Bueno, en fin, debo decirte, ya para terminar, que cada día doy gracias a mi querido creador Honoré por la buena, aunque trágica, vida que he tenido.
    Hasta pronto y sigue así.
    Un abrazo informático de tu siempre amigo,
    Frenhofer

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  3. Resulta sorprendente que el responsable de estas líneas, que titula "Por una belleza convulsiva", a pesar del currículo que parece respaldarle, quede en evidencia de una manera tan violenta. ¿Cómo es posible que cite el futurismo y para respaldarlo utilice una frase, de infausto recuerdo, aunque indudablemente contundente, que se corresponde con un contexto ajeno por completo al grupo de Marinetti? Dado el perfil curricular que exhibe, ¿no sería su obligación buscar el matiz y esquivar la confusión a la que nos expone? Aunque la atribución de la frase “cuando oigo la palabra cultura desenfundo la pistola” --con ligeras variaciones--, no es del todo clara, lo que sí es patente es que está fuera de la orbita del decálogo futurista. Algunas fuentes hacen responsable de dicha sentencia a Millán Astray, otras, probablemente más acertadas, la sitúan en el mundo Nazi, bien sea en boca de Goebbels, Goering o Hanns Johst, En todo caso, entre los mundos ideológicos –y por tanto estéticos— del futurismo –rabiosamente vanguardista-- y de los últimos nombres mencionados –perseguidores del espíritu de ruptura de la vanguardia en general-- hay una gran distancia. Señor Feás, sería de agradecer que guarde silencio o, de pronunciarse, procure documentarse con mayor rigor.

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  4. ¿DONDE ESTÁ LA CONFUSIÓN? ¿EL FUTURISMO NO PARTICIPÓ Y APOYÓ, INCLUSO EN LA GUERRA, AL FASCISMO ITALIANO?.
    EL SUJETO QUE CUESTIONA (ANÓNIMO, 22 DE AGOSTO) A D. LUIS FEÁS NO APORTA DATOS SUFICIENTES, POR TANTO, SU ARGUMENTO ES IRRELEVANTE. QUIEN QUEDA EN EVIDENCIA POR ELLO, ES EL QUE SE PERMITE DE FORMA IRRESPETUOSA Y DESLEAL, INFRAVALORAR AL AUTOR DEL BLOG, Y LA OSADA RECOMENDACIÓN DE "QUE GUARDE SILENCIO" DEBE APLICÁRSELA ÉL MISMO.

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  5. Al comentarista del 23 de agosto de 2011:

    Parece que es usted de los que lee poco y mal. En mi nota --del 22 de agosto de 2011-- en ningún caso se cuestiona la filiación del futurismo con el fascismo italiano. Lo que denuncia mi comentario es que el señor Feás atribuya a dicho movimiento una frase que no le pertenece, y que, por tanto, desvirtúa por completo sus presupuestos estéticos. Me remito a lo escrito previamente y le sugiero que lo lea con detenimiento puesto que sí se ofrecen datos precisos.

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  6. Pero la estética, sí o sí, tiene que estar asociada al arte? Les dejo mi blog: http://www.cursos-de-idioma.es/
    Carla

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  7. Por lo que entiendo, querido Luis, las dos vias son reaccionarias. La cinica por carecer de la confianza necesaria en el propio proceso artistico. La estoica por rizar el rizo a la propia estetica. Me quedo con la estetica a secas, que intuyo tiene mas que ver con el placer de la propia la creacion.

    Estoy de totalmente de acuerdo con el primer comentario. La cultura en Asturias esta en estado comatoso, y naturalmente los responsables de semejante deterioro tienen nombre y apellidos. Aunque a veces lo de los apellidos lo dudo ;)

    Ya tengo el martillo y tambien el lugar, espero dia y hora. Animo!

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  8. De acuerdo con el comentario anterior: la estética subversiva es la del placer de la creación, la que los politicos y mercaderes temen -que han convertido el mundo del arte en un gran negocio del que se benefician todos excepto los artistas. Habría que echarlos a patadas del arte, como hizo Jesucristo en el Templo. El verdadero arte es una cuestión espiritual [mental], no algo para llenar hoteles y restaurantes de borregos analfabetos.

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