martes, 28 de diciembre de 2010

Locura e imaginación



“No será el miedo a la locura lo que nos obligue a bajar la bandera de la imaginación” (André Breton, Manifiesto del Surrealismo, 1924).

miércoles, 22 de diciembre de 2010

El espejo y la lámpara

Hasta el Romanticismo, el símil del espejo era la metáfora clásica para designar lo artístico como mimesis o imitación de la realidad. Con el Romanticismo, en cambio, el símil del espejo se transformó en el símil de la lámpara, según la metáfora de Yeats. Como consecuencia del principal poder creador del artista, la imaginación, la obra de arte deja de ser reflejo del mundo del entorno para convertirse en irradiación del artista (En el artículo Carlos Sierra, en la colección Artistas Asturianos, tomo V, 2004).

martes, 14 de diciembre de 2010

Superar la realidad

El realismo artístico se ha enfrentado con razón al idealismo estético, que no concibe más que lo perfecto y lo modélico. Pero el arte, en vez de destacar y acentuar únicamente los defectos e imperfecciones de la realidad, tanto natural como social, ¿no debería por el contrario intentar corregirlos y superarlos? (Ponencia inaugural del encuentro Historia de las Ideas Estéticas en España en el siglo XIX, UIMP, Santander, 2010).

martes, 7 de diciembre de 2010

Plantar un jardín


¿Plantar un jardín es hacer arte? Parece ser que sí, puesto que se expone en una institución legitimadora como Laboral Centro de Arte y Creación Industrial, como ha sucedido con el huerto en barbecho de la gijonesa Alicia Jiménez, ganador del premio LabJoven Experimenta 2010, y con las plantas nómadas del mejicano Gilberto Esparza, una jardinera robótica preparada para sobrevivir en entornos afectados por la actividad humana, que descontamina ríos a la vez que se alimenta. El artilugio de Gilberto Esparza está bien, muy justificado éticamente, con su discurso ecológico incorporado y una gran eficacia funcionalista. Incluso resulta bonito, tal y como es presentado, con su estética Pixar, bajo luz cenital y un vídeo enfrente de estupenda calidad. Al parecer, cuando le sobra energía porque ha descontaminado de más se pone a cantar, lo que podría considerarse hasta poético. Pero ¿podría decirse que es enteramente artístico? Quizá la duda se resuelva contestando que, más que al arte, pertenece a la otra categoría de Laboral, la de la creación industrial. Produzcámoslo entonces en serie. ¿Haríamos con ello un mundo mejor? (La Voz de Asturias, 28 de marzo de 2010).

martes, 30 de noviembre de 2010

Marx rectificado



Los filósofos artistas no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo (11ª tesis sobre Feuerbach).

martes, 23 de noviembre de 2010

Asunto de ilusión

“El arte puede convertirse en una especie de testigo sociológico, o sociohistórico, o político. Se transforma en una función, en una suerte de espejo de lo que ocurrió realmente en el mundo, de lo que va a ocurrir, incluyendo las iniciativas virtuales. Tal vez se llega más lejos en la verdad del mundo y del objeto. Pero el arte nunca fue, por supuesto, asunto de verdad, sino de ilusión” (Jean Baudrillard, entrevista con Geneviéve Breerette, Le Monde, 1996).

Exceso de realidad

 
“El arte no muere porque no haya más arte: muere porque hay demasiado. Lo que me desespera es el exceso de realidad, y el exceso de arte cuando se lo impone como realidad” (Jean Baudrillard, entrevista con Geneviéve Breerette, Le Monde, 1996).

martes, 16 de noviembre de 2010

Actitud realista


“Es imperativo instruir proceso a la actitud realista” (André Breton, Manifiesto del Surrealismo, 1924).

martes, 9 de noviembre de 2010

Arte devaluado

La pregunta es si puede haber un arte sin estética o si esto lo que produce en realidad es un arte devaluado (Estética y Cine, en el libro colectivo Los saberes y el cine, 2010).

martes, 2 de noviembre de 2010

La estética como utopía

El arte, en cuanto práctica, actividad, acción performativa, siempre ha tenido un componente ético. Por eso lo juzgamos éticamente y decimos que es bueno o malo, lo que implica también un deber ser, que incluye su otro componente, el estético. Al renunciar a este último, el arte dominante de los últimos treinta años se ha dirigido exclusivamente a la cabeza, no al sentimiento, a la sensibilidad o a la emoción. Ha expandido su finalidad social pero ha prescindido de su elemento más universal, el único que puede protegernos de verdad de la alienación de la sociedad despilfarradora, en tanto que promesa de un mundo más feliz y desinteresado que despierta en nosotros la necesidad de ser utópicos e inconformistas (La Voz de Asturias, 28 de marzo de 2010).

martes, 26 de octubre de 2010

Resistencia vencida

Al norteamericano Richard Serra (San Francisco, 1939) se le suele asociar con el minimalismo, movimiento escultórico abstracto caracterizado por la rotundidad impositiva de sus realizaciones y su exploración de los límites de lo artístico, en la línea de las neovanguardias críticas de los años sesenta. La tarea del escultor, tal y como la entendía el minimalismo, no consistía en suscitar la participación del sujeto, sino en ofrecer una forma tan simple y compacta que el espectador estaba de más. Era una indagación sobre los requisitos mínimos para que una obra pueda ser considerada artística, de ahí su nombre, y eso hizo que Richard Serra, minimalista tardío, plantara todavía en 1981 su obra Tilted Arc (Arco ladeado) en una plaza de Nueva York, a la que literalmente invadía, ocupándola de extremo a extremo, con la intención de que la gente se tropezara con ella, lo que motivó que acabara siendo demolida en 1989. Posteriormente, con la resistencia vencida, las posiciones se han dulcificado hasta hacer que la rotundidad y gran tamaño se transformen en sublimidad y la separación perceptiva en invitación a participar en la experiencia espacial por parte de viandantes y usuarios, lo que explica perfectamente el galardón otorgado a Serra, que a sus setenta y un años está considerado uno de los más importantes escultores vivos (La Voz de Asturias, 13 de mayo de 2010).

Punto de inflexión


[En los años sesenta] “hubo un punto de inflexión que supuso quitar el pedestal y poner la obra en igualdad de condiciones con las personas, con los lugares, introducir el tiempo y el movimiento. Ahora hemos regresado a los cómics, a los dibujos en vitrinas –que al fin y al cabo son los nuevos pedestales–, a las superficies brillantes, hay un mercado del intercambio que tiene que ver con la convención, con el valor que tiene la obra y que yo creía que había desaparecido. El arte se ha convertido en parte de los intercambios que se producen en esta cultura consumista y en cierta medida no se distingue de la moda. Los nuevos artistas deben buscar nuevas formas de experimentación y transgredir con sus obras, sin rendirse a las exigencias de una industria cultural que mueve cantidades ingentes de dinero y que califica el arte por su valor de mercado” (Richard Serra, con ocasión del Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Gijón, 21 de octubre de 2010).

martes, 19 de octubre de 2010

Criterios estandarizados

En su desesperada lucha por la autonomía, el arte contemporáneo ha llegado a renunciar a la propia estética y al placer de los sentidos, pensando ingenuamente que así se le podría atragantar a la principal máquina asimiladora, el devorador mercado, sin darse cuenta de que en el fondo le estaba haciendo el juego y fabricándole productos más fácilmente digeribles, al no poder ser contrastados empíricamente por cada uno y quedar sometidos a los dictados de la mayoría, conforme a criterios estandarizados y fuera de toda crítica (La Voz de Asturias, 19 de octubre de 2007).

martes, 12 de octubre de 2010

Belleza amarga



Desde hace décadas, la facción mayoritaria del arte contemporáneo ha abandonado toda connotación estética positiva, dejando sólo la fealdad como único gesto provocador y principal reclamo publicitario. Siguiendo la máxima de Rimbaud, labrada desde el propio infierno, ha sentado a la Belleza en sus rodillas y la ha encontrado amarga y la ha injuriado sin tregua desde entonces, sin duda como reacción a unos tiempos inmediatamente anteriores en los que se primaba la búsqueda incesante de lo sublime y de la belleza convulsiva (La Voz de Asturias, 19 de octubre de 2007).

lunes, 4 de octubre de 2010

Salida fácil



“Este neodadaísmo, que llaman neorrealismo, pop art, ensamblaje, etc., es una salida fácil, y vive de lo que hizo el dadaísmo. Cuando yo descubrí los ready-mades pensé que, con ellos, quitaría fuerza a la estética. El neodadaísmo ha cogido mis ready-mades y ha encontrado estética en ellos. Yo cogí mi portabotellas y el urinario y se los tiré a la cara a modo de reto, y ahora ellos los admiran por su belleza estética” (Marcel Duchamp, en una carta dirigida a Hans Richter, 1962).