martes, 12 de julio de 2011

Retroceso o traición



Rasgo compartido por todos ellos es su ferviente militancia en la abstracción, que en ocasiones se vuelve dogmática y más propia de una secta que de un mero movimiento artístico, como bien pudo comprobar en sus propias carnes el pintor ovetense Manuel Calvo, pionero de la abstracción geométrica en España, quien a mediados de los años sesenta fue expulsado de la galería Denise René de París por sus coqueteos figurativos con Estampa Popular, el grupo artístico español más comprometido de aquel momento. Para los abstractos, su arte supone el punto culminante de un progreso para el que ya no hay vuelta atrás, y cualquier tentativa figurativa será siempre entendida como un retroceso o una grave traición (La Voz de Asturias, 23 de marzo de 2003).

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